Qué hacer en Álamos: El Pueblo Mágico donde nació María Félix

Este espectacular destino turístico fusiona una arquitectura del barroco español con herencia de los pueblos originarios.


Las encantadoras callejuelas empedradas desembocan, de forma irremediable, en la famosa Plaza de Armas del Pueblo Mágico, en donde nació María Félix. También conocido como "La Ciudad de los Portales", Álamos, Sonora es un destino turístico que sorprende a los visitantes con su espectacular arquitectura.

Este lugar fue construido por unos arquitectos provenientes de Andalucía, España, por lo cual sus construcciones más emblemáticas reflejan una fusión del estilo barroco español y el indígena. Por ello, su paisaje urbano remonta, de inmediato, al pasado: al descubrir los arcos y antiguas casonas con entrañables patios y jardines interiores, los cuales se esconden atrás de gruesos muros.

Pero este Pueblo Mágico guarda más sorpresas para los visitantes, puesto que está enclavado en un rincón de biodiversidad único de Norteamérica: la Sierra de Álamos, hogar de águilas doradas.

¿Qué visitar en Álamos?
Al estar rodeado por una espectacular naturaleza, una de las actividades imperdibles es ascender al mirador del Cerro del Perico; de manera especial se recomienda hacerlo antes del atardecer. De esta forma se podrán apreciar los brillos dorados que pintan los paisajes de este destino y contemplarlo en todo su esplendor.

Desde abajo, su descubrimiento comienza en la plaza principal adornada con un quiosco morisco. Ahí se ubica la sorprendente Parroquia de la Purísima Concepción, la cual se edificó con un estilo barroco a partir de piedra y cantera.

Después se puede visitar el Palacio Municipal, la Hacienda de los Santos, así como la Casa de María Félix, en la cual ella pasó gran parte de su infancia.

A menos de 10 kilómetros de este Pueblo Mágico, se encuentra La Aduana, un pequeño sitio en donde otrora existió la famosa mina La Libertad de la Quintera. Esta contribuyó a crear una verdadera época de esplendor para el destino turístico, cuyos vestigios de prosperidad aún se conservan.

Quienes sean más amantes de la aventura y la naturaleza, a las faldas de la Sierra de Álamos, los visitantes pueden sumergirse en un bosque de 6 kilómetros con sinuosos caminos, cuya geografía es perfecta para el avistamiento de aves.

De esta forma, el Pueblo Mágico de Sonora aguarda a los turistas ávidos de descubrir sitios inolvidables.

Con información de Forbes

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