Sheinbaum llega a la mitad de su mandato con el 2024 en el horizonte
La jefa de gobierno cumple tres años de gestión este domingo. Analistas coinciden en su condición de presidenciable, principalmente respaldada por López Obrador, aunque hallan obstáculos en su camino
Claudia Sheinbaum cumple este domingo tres años como jefa de gobierno de la Ciudad de México, con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador como su principal fortaleza para una eventual carrera por la presidencia abanderada por Morena en 2024, coinciden analistas.
Sin embargo, de buscar construir una candidatura, durante los próximos tres años deberá empezar a delegar las riendas de su administración, mientras sucesos como el colapso de un tramo de la Línea 12 del Metro y el rompimiento con asociaciones de la sociedad civil pueden jugarle en contra.
Dos aspectos han golpeado al gobierno de Sheinbaum, señala Gustavo López Montiel, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno en el Tec de Monterrey. El primero es el ataque contra el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, por parte de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, en junio de 2020.
"Eso de alguna manera la obligó a replantear su política de seguridad en un contexto donde es uno de los aspectos más importantes. Algunos (delitos) bajaron en la medida en que no había gente en la calle (por el COVID-19), pero hay que ver cómo se comportan las tendencias en los siguientes meses", expone.
En segundo lugar están los incidentes ocurridos en el Metro durante la gestión de Florencia Serranía como su directora. Esto incluye el choque de trenes en Tacubaya, el incendio en la Subestación Buen Tono y el colapso de la Línea 12, que provocó la muerte de 26 personas.
"No solo es la Línea 12, que es en parte responsabilidad de ella, pero fue lo suficientemente hábil como para dejar la responsabilidad en el presidente y (Marcelo) Ebrard; hubo otros acontecimientos en el Metro que sí son su responsabilidad y de la exdirectora", dice López Montiel.
"Tampoco es solo por el mantenimiento del Metro, fundamentalmente es por la reducción de los presupuestos y alinear estos presupuestos con los intereses del presidente", considera el profesor, quien ve a Sheinbaum mejor posicionada como posible candidata presidencial que como jefa de gobierno.
Este año, luego del siniestro en la Línea 12, finalmente se concretó el relevo en la dirección del Metro, a la que Guillermo Calderón llegó en sustitución de Florencia Serranía.
Los choques
Otro aspecto que ha marcado a la administración de Sheinbaum es el choque con el movimiento feminista, advierte Karolina Gilas, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM e intregrante de la Red de Politólogas.
Mientras organizaciones y activistas le han reclamado criminalizar las protestas contra la violencia de género, la mandataria, en una entrevista con El País Semanal, dijo: "No estoy de acuerdo con quien dice que, como las mujeres hemos sufrido violencia, tenemos derecho a violentar".
"Esto no fue muy bien recibido por parte del movimiento feminista y diferentes organizaciones, porque justo muestra esa falta de entendimiento de la situación, de la fuerza y gravedad de ese enojo y hartazgo que tenemos las mujeres no solo en la ciudad, sino en el país, frente a todas las violencias estructurales que estamos viviendo", explica Gilas.
Para Mónica Tapia, directora de Ruta Cívica, el gobierno de Sheinbaum comenzó con grandes expectativas tras los casos de corrupción durante la administración de Miguel Ángel Mancera, pero ha quedado a deber en temas como a la reconstrucción tras el sismo del #19S. El compromiso era que esta terminara en 2021, aunque aún está en proceso.
Además, Tapia considera que ha existido un cierre al diálogo y a la participación social por parte de la mandataria, reflejado en la construcción de un puente vehicular en Periférico Sur y Canal Nacional sobre lo que era un humedal, pese a la oposición de organizaciones civiles.
"Fue una ambientalista que construyó, impuso, mandó a sus funcionarios a decir mentiras, criticar y quitar la legitimidad a muchísimas personas que sus funcionarios conocen muy bien de años de trabajo. Ese puente vehicular es una especie de Tren Maya y Refinería Dos Bocas en la ciudad", señala.
Apoyo desde Palacio Nacional
Los analistas coinciden en que Sheinbaum tiene el respaldo del presidente de su lado, lo que ha sido percibido por otros posibles presidenciables como el canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal, quienes han adelantado su intención de competir por Morena e incluso han pedido piso parejo en la definición de la candidatura.
Al interior de Morena se le considera una fundadora, es la más morenista de los tres posibles candidatos, al menos desde la perspectiva de quienes integran el partido". Jaime Cárdenas, académico, exconsejero del IFE y exdirector del Indep
En este contexto, su pasado y el respaldo presidencial son sus cartas fuertes para competir en 2024, señala Luis Angel Hurtado, catedrático de la UNAM, quien resalta cómo en las elecciones de este año en la CDMX hubo una reconfiguración en las alcaldías y Morena perdió terreno ante la alianza de partidos de oposición. A su juicio, esto marcó la pauta para que la jefa de gobierno dejara atrás el discurso científico y desde entonces se concentrara en reforzar el mensaje político y alinearse a las políticas e imagen presidencial.
"El proceso electoral 2024 inició un día después de las elecciones del 6 de junio, donde la jefa de gobierno tuvo que adelantarse a posicionar su imagen como la candidata ideal o idónea de Morena para la Presidencia de la República", apunta.
Esta alineación contrasta con decisiones en las que Sheinbaum demostró tener independencia de López Obrador, como en el manejo de la pandemia, cuando la mandataria promovió el uso de cubrebocas como medida contra el COVID-19, mientras el presidente suele negarse a usarlo a menos de que deba tomar un vuelo o reunirse con líderes de otros países.
"Al inicio, ella intentaba mantener ciertos espacios propios de independencia, como la respuesta a la pandemia, pero después del resultado de junio de 2021 hemos visto un cambio. Ella seguramente en el tiempo que le quede por gobernar la Ciudad de México estará más alineada al presidente", señala Jaime Cárdenas, doctor en Derecho por la UNAM, exconsejero del IFE y exdirector del Indep.
Sabe que López Obrador la va a designar candidata siempre y cuando sienta que no solo le es leal, sino que no va a poner en riesgo lo que él está haciendo". Gustavo López Montiel, profesor del Tec de Monterrey
Sheinbaum ha comenzado a trabajar su presencia a nivel nacional al reunirse con gobernadoras de Morena, mientras la obtención de premios y récords Guinness para la ciudad y sus entrevistas y artículos en medios extranjeros le han dado proyección internacional, apunta Cárdenas.
En tanto, López Montiel subraya que para eventualmente construir su candidatura Sheinbaum tendrá que ir delegando el control del gobierno.
"Tiene dos años para configurar su base de apoyo, pero no es sencillo porque tendrá que descansar de las decisiones de la ciudad en su secretario de Gobierno, Martí Batres, mientras él va a estar configurando su propia candidatura a jefe de gobierno", dice el académico.
Esta preparación hacia las siguientes elecciones no ha pasado desapercibida para partidos de oposición, que ven tintes políticos en todas las acciones de Sheinbaum.
Andrés Atayde, presidente del PAN en la ciudad, asegura que en política no hay casualidades, y con el favoritismo que el presidente ha mostrado en los últimos meses hacia la jefa de gobierno, quedan expuestas las viejas prácticas del "destape" en la sucesión presidencial.
"A Sheinbaum le importa más promocionar su proyecto político que atender la ciudad. En su reciente gira por la ciudad, el presidente López Obrador la elogió y hasta le levantó la mano, como cuando al más puro y viejo estilo del dedazo se elegía al tapado", señala.
Sin embargo, Atayde reconoce que, como aspirante, Sheinbaum tiene todo el derecho de buscar la candidatura a la presidencia, siempre y cuando no se distraiga de sus actividades en la capital y su aspiración no sea financiada con recursos públicos.
"Es una aspiración legítima, yo no estoy en contra de que la jefa de gobierno aspire, todos aspiramos y eso la convierte en aspiracionista, pero tal ha sido su desatención a la ciudad que incluso la aprobación de Sheinbaum va a la baja", afirma.
En contraparte, una encuesta del diario El Universal publicada el viernes señala que el 63% de los capitalinos aprueba su gestión, un nivel de aceptación similar al que tenía antes del desplome de la Línea 12.
Por Shelma Navarrete y David Santiago | Expansión
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