Por la crisis eléctrica, España registró la inflación más alta de los últimos 29 años

Llegó hasta el 5,5% en octubre por el encarecimiento de la electricidad. AMLO defendió la reforma electrica poniendo el ejemplo de España.


El Índice de Precios al Consumidor se disparó hasta alcanzar el 5,5% en octubre, su nivel más alto desde 1992, provocado por el encarecimiento de la electricidad. El presidente López Obrador, defendiendo esta semana su reforma eléctrica, argumento la necesidad de una mayor participación de la CFE en detrimento de los privados "para que no ocurra lo que está pasando en España".

El incremento del 2% registrado este mes supone 1,5 puntos por encima de la tasa de septiembre, y confirma una tendencia que preocupa al gobierno: no se registra un ritmo en la suba de los precios así de elevado desde 1986.

Los datos que publicó este jueves el Instituto Nacional de Estadística apuntan también al aumento de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos particulares y al gas. Esta situación impacta de manera directa sobre los bienes que deben ser transportados a su destino final. Pero los problemas en las cadenas mundiales de suministro ejercen además una presión al alza de aquellos bienes que precisan de insumos importados.

El incremento del IPC es una mala noticia para el Ejecutivo central, que en estos momentos negocia los presupuestos con los aliados en el Congreso. A comienzos de esa semana, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, recomendó al gobierno que evitara vincular de forma automática las pensiones y los salarios a la evolución del IPC para no alimentar una espiral inflacionaria, al tiempo que rebajaba las previsiones de crecimiento económico.

Estos niveles ya habían sido proyectados por el FMI primero y por el Índice de Precios de Consumo Armonizado, que es el que emplea la UE para comparar la tasa de inflación de cada uno de los países del bloque, que registró su tasa interanual en el 5,5%. La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) indicó ayer que el PIB crecería el 5,1% y que la inflación llegaría al 5% en noviembre, revisando previsiones más optimistas que chocaron con los mismos problemas que generan la tendencia alcista: escalada de precios y escasez de insumos y materias primas a nivel global.

Pablo Casado adelantó que presentaría una enmienda total a las cuentas públicas luego de afirmar que las previsiones del gobierno eran "papel mojado". El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Montesinos, fustigó a Sánchez por el aumento de "todos los productos" e indicó que la inflación es "el impuesto que sufren los que menos tienen".

Acorralado por los datos del INE, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció que "este martes aprobamos una batería de medidas para que los precios (de la electricidad) no perjudiquen la competitividad de las empresas industriales" y recordó que el IPC subyacente, aquel que excluye la energía, es del 1,4, "mucho más moderado y dentro dinámica esperable". Se trata de la diferencia más alta entre el IPC subyacente y el IPC general desde agosto de 1986.

Sin embargo, una de las claves del aumento en la inflación es que los precios actuales se comparan con los de un año atrás, cuando el IPC cayó como consecuencia de la pandemia y el parón en el comercio internacional, con recesión y el hundimiento del precio de las principales commodities, entre ellas el gas y el petróleo. 

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