Escalar en la oscuridad: Este mexicano invidente está subiendo las 7 montañas más altas del mundo



Rafa es invidente desde joven. A los 4 años perdió la vista de su ojo derecho, y 14 años después, el de su ojo izquierdo derivado de cáncer. Recuerda Rafa con exactitud el rostro de su madre antes de llevarlo al hospital donde le cerrarían los ojos para siempre. Ese fue el último recuerdo visual en su vida.

Algunos años más tarde, Rafa decidió que no se sentiría incompleto o limitado y comenzó su vida como atleta. Con el tiempo, se convirtió en el primer triatleta ciego de México y el primer invidente en escalar el Pico de Orizaba. Participó también en el UltraMx 515, Ironman Texas Memorial Hermann Championship, el maratón de la Ciudad de México en 2019 y el maratón de Sables de 250 km en el desierto de Sahara, antes de conocer su pasión por las montañas.

En enero de 2018, Rafa descubrió el montañismo gracias a una ex novia. Subieron el Iztaccíhuatl apoyado de la mochila de un amigo y ahí fue cuando llamó la atención de Omar Álvarez, que había descubierto la pasión por las montañas tras cumplir la promesa de su padre difunto al llevar sus cenizas al Pico de Orizaba.

Gracias a las redes sociales, Rafa y Omar se conocieron y emprendieron la aventura que ha marcado registro en la historia para todos los montañistas, atletas, deportistas, mexicanos, hispanos, ciegos o cualquiera que piense que es imposible alcanzar sus sueños.

Rafa Jaime y Omar Álvarez son dos montañistas mexicanos que están decididos a conquistar los 7 picos más altos del mundo. Primero lo hicieron con el monte Aconcagua, en Chile, con 6,961 metros sobre el nivel del mar en 2020.

Después fue el monte Elbrús, el pico más alto de Europa, con una altitud de 5,642 metros. Después, subieron el Kilimanjaro en Tanzania, el pico más alto de África, con una altitud de 3,962 metros sobre el nivel del mar. El tercero fue el monte McKinley o Denali en ALaska, con una altitud de 6,190 metros.

Ahora, tienen como objetivo su quinto pico y el más alto de todo el mundo: el Monte Everest, con una altitud de 8,849 metros sobre el nivel del mar.

La hazaña es parte del Seven Summit y la meta es completar las 7 cumbres más altas en 2023. Les faltan el monte Carstensz, en Oceanía (4,884m) y el Vinson-Massif en la Antártida (4,892m). Lo más increíble y sobresaliente es que son la primera cordada con un integrante invidente en llegar a esas alturas.

Escalar nuestras propias montañas
Para Rafa y Omar, superarse a uno mismo no consiste en conquistar una cima, sino en superar nuestras propias discapacidades y montañas mentales.

"Discapacidad es tener miedo, ser conformista, perezoso, la falta de atrevimiento ante la vida. La discapacidad no debe ser una condición física, la discapacidad es un estado de pensamiento y de emoción. Todos debemos tener la capacidad de adaptarnos al mundo", comenta Rafa en entrevista.

"Cada quien tiene sus propias montañas; nosotros elegimos las de roca y las de hielo, pero cada quién debe elegir escalar las suyas", reflexiona Omar. "En la vida como en la montaña, no hay más opción que la cumbre".

Son casi 9 mil metros de altura del pico más alto del Everest a nivel del mar. Se trata de una expedición que dura alrededor de 8 semanas en la que enfrentarán diversos obstáculos, tales como el clima hostil, la cascada de hielo del Khumbu, la pared del Lhotse y el escalón Hilary, en la llamada "zona de la muerte".

La zona de la muerte comienza a partir de los 8 mil metros, es más difícil respirar y el ascenso debe ser mucho más rápido a partir de este punto. Además de la fortaleza mental, orientación y conocimiento del camino para no perderse, racionar el alimento y resguardarse de las bajas temperaturas, es importante considerar que gran parte de la expedición incluye cargar alrededor de 50 kilos de ropa, alimento y material con qué protegerse. Así que una buena estrategia de alpinista y una mentalidad de no dejarse vencer, deben ir en la maleta.

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"Quedarme ciego, lo mejor que me ha pasado" Aunque subir el Everest es la próxima frontera, para Rafa Jaime hay otro pico que le inspira.

"Lo más significativo para mí ha sido la montaña Denali. Al bajar de esa montaña que fue tan difícil para nosotros, mi madre murió tres días antes . Ese suceso se convirtió en algo que me marcó mucho porque sabía que pude darle la satisfacción de que su hijo siempre se dedicó a faltarle el respeto a la vida y que si soy quien soy, es gracias a lo que ella construyó. Le prometí que la llevaría a lo más alto del mundo", dice Rafa mientras enseña un accesorio en recuerdo de su madre.

El hecho de que Rafa perdiera la vista no significó el fin, sino el inicio de muchas aventuras y descubrimientos. Así se dio cuenta que está viviendo los mejores años de su vida.

"A veces, lo mejor que te puede pasar es enfrentarte a tus demonios o sentirte en el peor momento de todos.  Recuerdo cuando me convertí en el primer ultraman ciego del mundo, una competencia que consiste en nadar 10 km, pedalear 421 km y correr 84 km en menos de 36 horas. Cuando estaba a punto de terminar la carrera, entré en conciencia de que ese día cumplía 10 años de haberme quedado ciego. A escasos kilómetros de llegar a la meta, dimensioné todo lo que había vivido en ese tiempo, del lugar en donde me tocó nacer, de mi familia, de mis amigos, mis vicios, cuando sufría de bullying por utilizar una prótesis en la escuela, cuando me enamoré, cuando me desenamoré, cuando me equivoqué. Vi todo lo que había hecho en mi cabeza y me di cuenta que esos diez años habían sido los mejores años de mi vida. Lo mejor que me pudo haber pasado es haberme quedado ciego. Si no, no creo que tendría la vida que tengo".

Para Rafa y Omar, estos son las cuatro claves que los han llevado a lo más alto:

Encontrar tu motor o pasión de vida que te ayudarán a levantarte cuando tropieces.
Aprender a pedir ayuda y rodearte de la gente informada, te dará más probabilidad de llegar a la cima.
Estar consciente de lo que un compromiso representa. Lo importante no va a "medias tintas".
Tener un objetivo claro porque si no sabes hacia dónde dirigirte, es imposible trazar tu camino. Señala tu cumbre.

Viajar a la frontera de Nepal y el Tíbet para escalar el monte Everest no sólo requiere de una gran preparación física y mental. También se necesita un fondo económico importante (entre 2 y 6 millones de pesos) y aunque hay muchas marcas que patrocinan a estos dos mexicanos que buscan seguir marcando precedente en el mundo, los gastos que se tienen que cubrir son excesivos por lo que lanzaron un sitio (https://makeachamp.com/cordadaobscuras)  para que la gente pueda hacer donativos.

Por Roberto Castro Huerta | ALTO NIVEL

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